Soluciones ayurvédicas a la fatiga crónica e insomnio

pexels-photo-3694016.jpeg
Photo by cottonbro on Pexels.com

Nuestros órganos se constituyen por tejidos y éstos están formados por billones de células, verdaderas micro-vidas con actividad propia, nutriéndose para poder trabajar y expulsando detritus resultante de esa nutrición.

En un régimen normal de trabajo, los elementos nutritivos les llegan en cantidad suficiente y los desechos son removidos en forma eficiente. Entretanto, cuando la actividad es intensa, repetida, febril, con poca oxigenación, no existe posibilidad de que la célula, por un lado, pueda alimentarse y por otro eliminar las toxinas. El alimento falta en cuanto las toxinas sobran, envenenándola, y por consiguiente también a los tejidos, los órganos y consecuentemente al organismo. Esto es la fatiga, dicen los fisiólogos. La fatiga es, como se ve, un caso de desnutrición asociada con intoxicación celular.

Hay muchas maneras de abordar el tema de la fatiga crónica, muchos conceptos y sistemas dictan un intento de cómo eliminar ese desequilibrio; en esta ocasión nosotros vamos ofrecer a nuestros suscriptores un concepto que sabemos – la Ayurveda y la ciencia hermana que es la Yoga; que no causa dependencia ni efectos colaterales como los fármaco-químicos. Ojalá sea de provecho para quien la practique.

La ciencia yogui no se contenta con sólo esta explicación; toma la fatiga también como fenómeno pránico, es decir, energético.

La energía nerviosa de nuestro cuerpo en parte se utiliza para el funcionamiento fisiológico y en parte para las actividades externas. No existe el más pequeño movimiento del estómago, de los ojos, contracción de la vejiga que se realice sin la energía nerviosa: Todo el complejo engranaje de las vísceras, vasos, glándulas, trabaja gracias a tal energía. De la misma forma, las actividades externas tales como escribir, andar, transportar, en fin, todo trabajo de los músculos estriados se procesa a costa de la fuerza nerviosa. La energía que el hombre no llega a consumir ni en un plano ni en el otro se almacena en acumuladores del cuerpo.

Lamentablemente esta condensación de energía nerviosa todavía es mal conocida, si no totalmente desconocida, por la ciencia moderna. Tenemos que recurrir por lo tanto a las luces de los viejos maestros de Ayurveda e Yoga.

Tales condensadores son los chakras o ruedas que, en el cuerpo sutil almacenan el prana o fuerza vital que nos mantiene.

Hablando en lenguaje yogui, podemos decir que la exorbitancia, por un lado, y la insuficiente carga de los chakras por el otro, es lo que caracteriza la fatiga. Un cuerpo fatigado es, por lo tanto, un cuerpo insuficientemente alimentado de prana, escentromente pranificado, sin buen suministro de oxigeno.

Yoga, el mejor de los desfatigantes
El remedio contra la fatiga no consiste en crear condiciones para no sentirla. Por el contrario, todo lo que concurre para disfrazar la sensación de fatiga, fatalmente determinará una mayor gravedad del problema. Cuando hay fatiga, mejor es que sea claramente sentida, para que se la trate lo más prontamente posible. Los excitantes muchas veces en presentación de bebidas energéticas que engañan con la sensación de fuerza y vigor, están siendo denunciados como verdaderos flagelos. Además de agravar la fatiga por ser todos ellos de naturaleza tóxica, acostumbrando al organismo, pasan a ser por éste reclamados en dosis cada vez más alta, es decir, producen vicio o crean «dependencia». Lo mismo sucede con los llamados tranquilizantes, barbitúricos, sedativos, ansiolíticos, aplicados en los casos en que el fatigado crónico se presenta agitado. Estos, con el tiempo, se vuelven verdaderas obsesiones para su víctima, que queda esclavo de su uso, es decir dependiente.

Los tratamientos a base de hormonas industriales son más aconsejables que los anteriores, pero, siendo artificiales, son menos deseables que la terapéutica yogui.

El entrenamiento, que consiste en perfeccionar la ejecución de determinado trabajo, también ha sido utilizado para crear condiciones de mayor resistencia a la fatiga. Es un medio mucho más natural y exento de perjuicios propios de los primeros arriba referidos. Su eficiencia se circunscribe a actividades específicas. No se destinan a disminuir la fatiga general.

El régimen yogui no solamente es del todo natural, es decir, completamente exento de usos de drogas de cualquier naturaleza, sino, también, sin ninguna contraindicación o riesgo; además de servir para desfatigar, crea las condiciones para una extraordinaria resistencia a la fatiga.

Las asanas (posturas) son desfatigantes y al mismo tiempo revigorizantes. Desfatigantes porque aumentan el flujo de la sangre arterial a todas partes, porque incrementan las funciones excretoras que liberan los tejidos de sus toxinas, porque vitalizan los órganos y glándulas, porque principalmente restauran la normalidad de órganos como el hipotálamo y las glándulas hipófisis y suprarrenales, encargadas de la regulación neurohumoral sana. Quien al sentir fatiga nerviosa después de un prolongado trabajo intelectual, ejecute una de las poses invertidas, principalmente la «vertical sobre la cabeza» (que se aprende en algún instituto de yoga), verá luego qué alivio, qué recuperación rápida… Como vimos, en tales posiciones invertidas, las glándulas de la cabeza reciben una enérgica revigorización. No sólo ellas, sino que el propio hipotálamo y la tiroides son fundamentalmente beneficiadas.

Ahora, ¿qué más se precisa decir como explicación de la poderosa acción desfatigante de tales asanas? Conviene recordar que si, como el propio nombre Hatha Yoga indica, el equilibrio del vago-simpático es uno de sus objetivos, quien practica Yoga no puede caer víctima del agotamiento que, como vimos, consiste en la distonía de esa importante parte de nuestro sistema nervioso. Las asanas perfeccionan el sistema endocrino. Como ellas, los chakras son activados, y por esto es que son no solamente desfatigantes, sino que también concurren a aumentar la infatigabilidad.

Los diversos ejercicios de pranayama o de respiración, que consisten esencialmente en cargar los condensadores con energía, los chakras, constituyen, sin duda, el más eficaz recurso para fortalecer al hombre contra el cansancio, dotándolo de una resistencia extraordinaria que produce admiración y envidia.

La aprensión dominante en el mundo moderno tiene más poder para fatigar que el propio trabajo. Ya lo sabemos. Todo lo que concurra por lo tanto para tranquilizar al hombre, haciéndolo inmune a la atmósfera estresante y psíquicamente envenenada que lo rodea, constituirá una excelente terapéutica.

Es la virtual pacificadora, tranquilizante, sedativa y relajante del Yoga que lo recomienda como solución completa en la lucha contra la fatiga y la tensión. La actitud mental y la filosofía de vida de un yogui le sirven de escudo contra el desquicio psíquico del hombre civilizado. Constituyen su escudo contra la ansiedad y la angustia omnipresentes.

La alimentación del que quiere estar bien está exenta de toxinas y de excitantes, dosificada y escogida, no sobrecarga el trabajo de ninguna víscera y por lo tanto no produce sobrecarga al cuerpo. Por otro lado, rica en valores nutritivos, mantiene al cuerpo fuerte.

Por lo tanto, queda demostrado que el régimen yogui, como un todo, puede salvar al hombre de este dragón devorador de felicidad: la fatiga.

Técnicas
El reposo puede alcanzarse de dos maneras:

  • Cambio de actividad;
  • Sueño profundo y relajamiento.

a) Cambio de actividad
Cambiar una actividad por otra es una razón aconsejable en todas las circunstancias. El estudiante que tiene su mente afiebrada después de una hora de raciocinios matemáticos ganará si deja de lado los libros y se va a dar un paseo en bicicleta. Un intelectual que pasa toda la semana usando el cerebro, logrará una excelente recuperación en una partida de tenis.

Cuéntase que un matemático se hallaba recostado sobre el pasto bajo un árbol hospitalario cuando fue sacado de su estado por el jardinero que le preguntaba:

-Entonces, doctor, ¿está descansando?

-No, respondió el matemático, estoy trabajando.

Resuelto el problema que lo preocupaba, empuñó una azada y comenzó a cavar el cantero. Nuevamente el jardinero le preguntó:

-Doctor ¿ahora sí está trabajando?

-No, contestó el sabio, ahora estoy descansando.

El jardinero se quedó perplejo.

Se cansa mucho menos quien sabe ordenar su actividad, variándola, intercalando momentos de meditación y diversión sana.

Naturalmente que el cambio de actividad debe ser en verdad un cambio. Pretendo decir con esto que un calculista no consigue descansar si después de un activo trabajo intelectual inicia una partida de ajedrez; ó lleva los problemas de la oficina para su centro.

b) Sueño profundo y relajamiento
Es muy común en la vida de muchas personas despertarse más cansadas que cuando fueron a acostarse. El cuerpo dolorido y la sensación de haber sido “apaleado” durante el sueño indican que la noche fue tiempo perdido y que la fatiga persiste o ha aumentado. Si la fatiga no aumentó, la irritación sí. La irritación y el desánimo demuestran que la fatiga agrava y amenaza con un colapso total de la resistencia.

Efectivamente, el individuo con los nervios demasiado sobrecargados lleva a la cama un estado de tensión muscular y nerviosa que le impide dormir, o lo sumerge en un estado de semisonambulismo que agita su cuerpo y su mente durante las horas que debían ser de recuperación. En casos muy rebeldes, los médicos recurren a los tranquilizantes, como recurso de emergencia, con el fin de inducir al enfermo al sueño, sin lo cual, suponen, el ciclo vicioso formado por la fatiga y la imposibilidad de dormir podría conducirlo a situaciones extremadamente peligrosas.

Aun entre personas sanas, el sueño profundo y reparador no es un caso frecuente. La sensación de haber dormido mal y el insomnio lamentablemente maltrata a un número elevado de ellas. Tales personas naturalmente desean mejores hábitos para dormir.

El insomnio puede muchas veces resultar de simples condiciones, de un mero hábito. Todo el organismo está preparado para despertar a determinada hora. La hora puede ser en el principio, como en el medio o al fin de la noche. La persona parece poseer un despertador y al acostarse se dice a sí mismo con una convicción invariable: «Ya sé, en aquella hora el maldito insomnio me va a torturar». Dicho y hecho; las cosas se suceden bajo la potente batuta del subconsciente, y la persona autosugestionada infaliblemente se despierta.

Es el mismo mecanismo que hace que consigamos despertar a la hora previamente determinada, sin la ayuda de otro despertador que el del subconsciente.

La autosugestión, que trabaja en perjuicio del insomne, felizmente puede trabajar a su favor. Para ello, sólo es preciso que adquiera el poder de modificar voluntariamente el tenor de la sugestión. La persona deprimida, miedosa, aprensiva, que no puede controlar su pensamiento, cae presa de sugestiones de igual naturaleza, es decir, aquellas que la conducirán al insomnio, al nerviosismo, a la fatiga. ..

Subconscientemente, llegada la hora, el insomnio ataca y cuanto más se siente incapaz de dormir, más se irrita el insomne y se amedrenta. De ahí para adelante ya no duerme porque el miedo, la tensión y la irritación no se lo permiten…

¿CÓMO VENCER AL INSOMNIO Y DORMIR MEJOR? AYURVEDA TIENE RESPUESTAS

a) En primer lugar no cenar tarde y crear condiciones que conduzcan al sueño profundo y absolutamente tranquilo, produciendo para esto una autosugestión positiva.

«Voy a dormir bien, sin sueños y tranquilo. Despertaré completamente descansado. Mi noche será placentera y útil»: son pensamientos de orden que nos deben envolver, mientras lentamente y muy calmados vamos arreglando el lecho y preparamos el organismo para dormir. Al acostarnos, debemos llevar a la mente la convicción de que el mero contacto con el lecho nos hará relajarnos, cerrar los ojos y dormir.

b) Si sucede que a determinada hora nos veamos despiertos, debemos evitar lo que comúnmente se hace, es decir, aborrecernos; tener miedo de quedar así por el resto de la noche, imaginar que aquellas horas perdidas van a debilitar el organismo; envidiar a los otros que, felices, a la misma hora, reposan; admitir que «mañana va a suceder lo mismo».

Lo mejor es aceptar la situación y tratar de aprovecharla lo mejor posible; tomar un baño caliente, relajar los músculos y calmarse; convencernos de que lo que sucede no pasa de un incidente sin importancia, que dentro de unos minutos habrá desaparecido; anidar los pensamientos más limpios y elevados; ejercer esa cosa sublime que es amar universalmente a todo lo que existe; practicar pratyahara, esto es, desligar los sentidos.

c) Hay ciertos detalles ambientales que el insomne no debe descuidar y que conducen al buen dormir:

  • Teniendo en cuenta las líneas electromagnéticas que vivifican el globo terrestre, trate de acostarse con la cabeza dirigida hacia el Este o al Sur nunca al Norte según el Vastu Vidya (el yoga integral de la vivienda). Las orientaciones opuestas a éstas, contrariando aquel fenómeno, generan condiciones que son perturbadoras para el reposo nocturno;
  • Duerma, siempre y cuando las condiciones le permitan, o enteramente desnudo o con una indumentaria lo más reducida posible, lo que evita que la ropa de dormir enrollada y arrugada produzca incomodidad;
  • Teniendo en cuenta la conveniencia de un aireamiento perfecto, duerma con la ventana abierta, respetando las limitaciones meteorológicas y la curiosidad de los vecinos;
  • Evite antes de retirarse a dormir, la práctica de las asanas o pranayamas que produzcan excitación o aumento de energía psicovital;
  • Al terminar de lavarse los dientes beba lentamente un buen vaso de agua tibia cristalina (por la mañana, llene con agua una botella azul, cuya boca debe quedar protegida por una gasa. Ponga la botella en un lugar en que durante el día entero reciba los rayos del sol. A la noche, antes de acostarse, beba un vaso de esa agua que estará pranificada), convencido de su poder sedante y no olvide de mojarse las piernas de la rodilla para abajo con agua fría, óptimo remedio para una noche agradable de sueño perfecto;
  • El insomne debe preferir un lecho consistente y no usar almohada.

d) La práctica diaria de Yoga, armonizando fisiológica y psíquicamente al individuo, por sí sola asegura un excelente reposo nocturno.

Las corrientes Ha y Tha en equilibrio, las funciones orgánicas perfectas, la mente disciplinada y las emociones calmadas no dan lugar al insomnio o al mal dormir. Por el contrario, propician un sueño profundo, sin pesadillas en el cuerpo y alma. Existen no obstante algunas posturas específicas que combaten el insomnio. Estas son halasana, bhujangasana, shalabasana, paschimotanasana y la más importante de las técnicas: el total relajamiento en postura del relax (savasana), posiciones que utilizamos en los programas de retiros de sanación de Centro Ayurveda.

 

marcus Marcus de Oliveira Teles, D. Ay. es Fundador, junto con su esposa, de Centro Ayurveda, un Centro de Sanación Integral con sede en las ciudades de Cuernavaca y México.Es considerado el Decano de Ayurveda en México

Centro Ayurveda México

Tels. 01-777-119-1115 (Cuernavaca) 0155-5689-6262 (Cd. de México)

Fuera de México, marcar +52 en vez de 01

eMail: FantasticaSalud@yahoo.com.mx

http://www.AyurvedaTotal.com

*Prohibida la reproducción de esta nota sin autorización del autor.

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Este sitio usa Akismet para reducir el spam. Aprende cómo se procesan los datos de tus comentarios.