Kalanos

Kalanos, también llamado Calanus, fue un gimnosofista y filósofo hindú que formó parte de la corte de Alejandro Magno. Nacido en Taxila, acompañó a Alejandro en sus viajes a lo profundo del imperio persa hasta su muerte por autoinmolación. Fue a través de Kalanos que Alejandro llegó a conocer al líder de los gimnosofistas, Dandamis, con el que tendría un famoso concilio. Plutarco cree que su nombre real podría haber sido Sphínēs, pero dado que el filósofo recibió a los griegos a la voz de “Kalē!” (kallāṇa o “¡Saludos!”) éstos le llamaron Kalanos.[Se sabe de Kalanos que vivió en Taxila y llevaba una vida austera y dedicada a la meditación. Fuentes modernas creen que Kalanos podría haber sido un jaina, pero es poco probable, teniendo en cuenta que los adeptos de esta creencia tienen prohibido tanto el uso del fuego como la inflicción de daño a sí mismos debido a sus convicciones sobre el ahimsa. Es más creíble que Kalanos hubiera sido budista, ya que Taxila y Gandhara eran el centro del budismo de la época y no tenían apenas presencia jaina. Encuentro con Alejandro[editar]
Plutarco cuenta que, cuando Kalanos fue invitado ante Alejandro Magno a interés personal del rey, el filósofo le “demandó secamente desnudarse y oír lo que tenía que decirle desnudo, o de lo contrario no hablaría palabra con él, aunque le enviara el mismo Zeus.” Kalanos así mismo declinó los fastuosos regalos que el rey macedonio quiso otorgarle, afirmando que sus deseos no podían ser satisfechos por estos.​ Según parece, Kalanos le explicó en el transcurso de su conversación que, incluso si Alejandro ordenaba matarle, simplemente “sería liberado de su cuerpo de carne aquejado de la edad y enviado a una vida mejor y más pura.” Uno de los filósofos de Alejandro, Onesícrito,​ mantuvo largas conversaciones con Kalanos y los gimnosofistas, y el rey mismo se mostró interesado por las posturas de los sabios hindúes sobre la filosofía griega. Alejandro intentó persuadir a Kalanos de acompañarle y quedarse en su corte, aunque fuera como prisionero, a lo que Kalanos replicó “¿De qué podría servirte yo, Alejandro, exhibido ante los griegos, si soy obligado a hacer lo que no deseo hacer?”En cualquier caso, Kalanos aceptó unirse a él y compartir sus enseñanzas, las cuales representaban “la honestidad y libertad de Oriente” según los griegos. Muerte y profecía Alejandro Magno recibiendo las nuevas de la muerte por inmolación del gimnosofista Calanus – Jean-Baptiste de Champaigne – 1672
Kalanos tenía 73 años, una edad no poco respetable para su época, en el momento de su muerte. Ésta llegó cuando el sabio cayó gravemente enfermo durante uno de los viajes y aseguró a Alejandro que prefería morir antes que vivir lisiado por la fiebre. Aunque el rey intentó disuadirle de este propósito, terminó accediendo a sus deseos y mandó a Ptolomeo construir una pira para él de acuerdo con sus instrucciones, teniendo lugar la inmolación en Susa en el año 323 a.C. Kalanos repartió entre la gente los regalos que el rey una vez había intentado darle, así como su caballo, que entregó a su pupilo griego Lisímaco,[14]​ y se coronó sólo con una guirnalda de flores para el acto.Ante el asombro de todos los asistentes, que incluían a los almirantes Nearco y Cares de Mitilene,Kalanos ardió hasta su muerte sin un solo gesto de dolor, manteniéndose tan sereno como siempre había sido a lo largo de su vida.​ Aunque Alejandro no pudo asistir personalmente a su inmolación, las últimas palabras del indio fueron dirigidas a él, y afirmaban que “volveremos a vernos en Babilonia”.​ Esto se tuvo después por una asombrosa profecía, ya que Alejandro murió efectivamente en Babilonia, a pesar de que en el momento de la muerte de Kalanos no tenía planes de ir allí y nadie había entendido sus palabras. Legado
Una carta a Alejandro escrita por Kalanos era conservada por Filón de Alejandría. Una pintura del año 1672 obra de Jean Baptiste de Champaigne representa a Alejandro Magno recibiendo las nuevas de la muerte por inmolación del gimnosofista Calanus. Acualmente está expuesta en el Gran Trianón del palacio de Versalles. Fuente: Wikipedia

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